lunes, 15 de diciembre de 2014

2.8 - El abuso verbal. Patricia Evans (La violencia negada)



   La Dra. Evans nos da en su libro - El abuso verbal - una importante advertencia:


   "Quienes han sido víctimas del abuso verbal y se han preguntado a sí mismos cómo decir las cosas de manera que el abusador comprenda, cómo es que oyen las cosas que él dice no haber dicho nunca, o cómo es que sienten lo que él dice que no deberían sentir, han sido inducidos a creer que hay algo básicamente errado en su capacidad de comunicación, o en su percepción, o en sus sentimientos. 
Quizás ahora se estén preguntando: ¿Cómo puedo cambiar mi naturaleza básica? Después de todo, ¿no hay posibilidades de tener una feliz relación si ambas partes tienen la voluntad de cambiar?. No estoy sugiriendo que para determinar si pueden tener una relación feliz deben cambiar su naturaleza; sí, en cambio, que cuando reconozcan lo que deben enfrentar actúen de manera específica; es esa manera lo que hay que cambiar. Si lo hacen, tendrán que enfrentar el miedo a perder el amor. Si no, tendrán que salir al encuentro del temor a perderse a sí mismos. La premisa fundamental de este libro es que el abuso verbal tiene que ver con el control, con la forma de ejercer el “Poder Sobre” otro. Este abuso puede ser abierto o encubierto, constante, controlador y, como lo definen Bach y Deutsch (1980), "productor de locura". Los efectos  del  abuso  verbal son principalmente cualitativos. No se ven, como sucede con los efectos del maltrato físico. No hay huellas físicas de heridas, magulladuras, ojos morados o huesos rotos. La intensidad de la angustia que sufre la víctima es lo que determina el alcance del daño. La calidad de la experiencia de la víctima define el grado del abuso. Mi propósito primordial es permitir que los lectores reconozcan el abuso verbal" 
            
                                                                                                                                             Patricia Evans

   La persona que maltrata/abusa, de una forma u otra, descalifica los intereses, la iniciativa, las acciones y la creatividad de su víctima. 



   Comenta Patricia Evans en su libro que las personas que han sido dominadas y han sufrido el dolor de este tipo de violencia, son las mejores calificadas para revelar la forma en que se ejerce esta dominación y las más capacitadas para informar a los demás sobre sus efectos. 


   Las personas deben hacerse cargo de sí mismas, ser responsables y desarrollar desde la niñez a la edad adulta, la capacidad de gobernarse interiormente, ser fiel a sí mismos y aprender a no depender de otras personas. La necesidad de  dominar, de ejercer el control para sentirse bien y la necesidad de ser dominado para sentirse "protegido" son el origen de estos abusos, si bien la víctima no es responsable de la situación que le ha tocado vivir, porque ha perdido sus puntos de referencia al estar en contacto con el depredador.


    Este libro se divide en dos partes.


   La Primera Parte comienza por identificar situaciones típicas en una relación de abuso verbal. Después, desde una perspectiva amplia, describe lo que la doctora llama ”Poder Sobre” como una forma de poder que se manifiesta como dominio y control, en contraste con el ”Poder Personal”, que se manifiesta como reciprocidad y creación conjunta. 


    La Segunda Parte define características del abuso verbal, por ejemplo:


-el rechazo a compartir,

-la oposición, 
-el desdén y 
-quitar importancia a los intereses,  la iniciativa, las acciones de la víctima, creatividad. En definitiva la trivialización.


I PARTE


    Al examinar algunas de las experiencias de personas que padecieron abuso verbal se descubre que cada uno de los componentes de la pareja parece vivir realidades diferentes.


   Proferir palabras ofensivas es la forma más obvia de abuso verbal. No es difícil reconocer la situación si el agresor pronuncia palabras como idiota, imbécil...; pero otras formas son menos evidentes. Por lo general, el abuso verbal es una actitud clandestina; usualmente sólo la pareja del abusador lo oye. Es frecuente que esta actitud se intensifique con el tiempo hasta que las víctimas se acostumbran y se adaptan a ella. Adopta diferentes disfraces y rebaja sistemáticamente la percepción por parte de la persona que sufre el maltrato. En cierto sentido, el abuso verbal está enquistado en nuestra cultura. La prepotencia, la anulación, la humillación, la arrogancia, la oposición, la manipulación, la crítica, la dureza, la intimidación, son aceptados por muchos como parte de juego limpio. Cuando estos juegos de poder se establecen en una relación y son negados por quien los perpetra, nace la confusión. La identificación de una o más de las siguientes situaciones permite definir relaciones de abuso verbal:


-Varias veces a la semana el d. parece irritado o enfadado, aunque su pareja no haya hecho nada para incomodarlo. Cada vez que eso sucede, la víctima se siente sorprendida. (Cuando le pregunta por qué está enfadado, él dice que no lo está o da a entender de alguna manera que es por su culpa)

-Cuando una víctima se siente herida y conversa con su pareja sobre su desagrado, tiene después la sensación de que el tema no ha sido totalmente resuelto, por lo que no se siente contenta ni aliviada. 
-Con frecuencia se siente perpleja y frustrada por la actitud que él adopta porque queda claro que no consigue hacerle entender sus intenciones.
-El malestar en la relación no se debe a temas concretos: cuánto tiempo pasan juntos, dónde irán de vacaciones, etc., sino a una comunicación deficiente: lo que el d. cree que la v. dijo y lo que ella oyó que él dijo.
-La víctima suele preguntarse: "¿Qué me pasa? No debería sentirme tan mal".
-Muy raramente, o nunca, los d. parecen querer compartir sus pensamientos o planes con sus parejas.
-Los d. parecen opinar casi siempre lo contrario de su v. y no exponen sus puntos de vista diciendo "Pienso que...", "Creo que..." o "Siento que...". No dudan de que su punto de vista es el apropiado y cualquier otro diferente, el equivocado.
-Las v. suelen preguntarse si sus parejas las perciben como personas con vida propia.
-Las v. no recuerdan haberle dicho jamás a sus parejas "Cierra la boca" o "¡Calla!".
-Los d. eluden la discusión de un tema: se enfadan o dicen "No sé de qué estás hablando".

  Quienes se han reconocido como protagonistas de dos o más de estas descripciones, padecen abuso verbal.


   El abuso verbal puede ser abierto, como una explosión de ira o puede ser encubierto, oculto, como en el caso de "No sé de qué estás hablando".

El abuso encubierto es un ataque oculto, una coerción. Este tipo de abuso ha sido descrito como "causante de locura". Es una agresión intensa reprimida ya que disminuye seriamente la capacidad de la víctima para reconocer la realidad. Cuando ocurre este tipo de abuso, la v. no encuentra nada específico contra lo cual luchar. Por eso debe aprender a confiar en su propia experiencia, por mas doloroso que sea, a reconocer que el abusador no la ama, ni la valora, ni la respeta.

  George R. Bach y Ronald M. Deutsch incluyen en su libro una relación de ítems que enseña a reconocer las experiencias "causantes de locura".


1. Te sientes vacilar y te resulta imposible recuperar el equilibrio de inmediato.

2. Te sientes perdida, sin saber adónde ir, buscando sin objeto.
3. Ha sido tomada de sorpresa.
4. Te sientes desconectada, confusa, desorientada.
5. Te sientes descolocada, como si alguien hubiera arrancado la alfombra de debajo de sus pies.
6. Recibe dobles mensajes pero, pides aclaración y no la logras o temes hacerlo.  
7. Te sientes intimidada por la simple presencia de una persona.
8. Descubres que estabas equivocada en la evaluación de dónde estabas situada o de cuál era el problema.
9.  Te sientes totalmente carente de preparación para soportar una promesa rota o una expectativa que no se cumple.
10. Sientes que un sueño que es valioso para ti se hace añicos.
11. Esperas benevolencia y percibes que prevalece la malevolencia.
12. Te sientes empujada, sin poder controlar la dirección en la que vas.
13. Te sientes imposibilitada de salir de un círculo vicioso de pensamientos.
14. Observas que lo que parecía claro se vuelve confuso.
15. Sientes una incomoda y extraña sensación de vacío.
16. Sientes un fuerte deseo de escapar, pero no puedes hacerlo, como si estuvieras congelada.
17. Te sientes confundida, incapaz de atacar el problema.
18. Sientes la vaga sospecha de que algo anda mal.
19. Siente que su mundo subjetivo se vuelve caótico.

  Algunos de los sentimientos y las experiencias descritos arriba son fáciles de reconocer. Otros no son tan claros. 


   La víctima reconoce que solían sentirse así, después de un tiempo de estar alejada de la relación con el abusador. Pueden tener dificultad para reconocer el abuso porque han sido inducidas a dudar de sus sentimientos.


   Por ejemplo, si la víctima se siente herida o molesta por algo que él ha manifestado y expresa sus sentimientos diciendo: "Me sentí mal cuando dijiste eso", el agresor, en lugar de reconocer sus sentimientos y reaccionar de manera apropiada, la rechazará e invalidará con una frase como: "No sé de qué estás hablando. Eres demasiado susceptible". Así logra que su pareja dude de su propia percepción. 


  Reconocer y validar nuestros sentimientos como decíamos en el apartado de inteligencia emocional, reconocer el abuso y expresarlo con palabras es cambiar la frase:


-"me siento herida por ESTOY SIENDO HERIDA" 

-"me siento ignorada por ESTOY SIENDO IGNORADA"
-"siento que se burlan de mí por SE ESTÁN BURLANDO DE MI"
-"me siento menospreciada por ESTOY SIENDO MENOSPRECIADA"
-"me siento dejada de lado por ESTOY SIENDO DEJADA DE LADO"

   Al intentar compartir tus sentimientos con el agresor, él los invalidará. Por ejemplo, puede mofarse con un comentario sarcástico y después, si la víctima protesta, decirle que se trataba de una broma y provocar que su pareja dude de su propia percepción. Sin embargo, "la impresión real de la verdad probablemente sea percibida, no desde la visión de otro, sino desde la propia"

   Hay dos tipos de poder: uno mata el espíritu, el otro lo alimenta (la autora los llama “Poder Sobre” y “Poder Personal”)


  -El “Poder Sobre” se expresa en forma de control y dominación. Es abuso de poder. 


  El modelo de control y dominación del “Poder Sobre” ha penetrado en las conciencias individuales durante miles de años Por esta razón, el reconocimiento del abuso verbal cono medio de controlar, dominar y tener “Poder Sobre” otra persona, debe ser una preocupación real para todos nosotros.

Si reconocemos la influencia del modelo de “Poder Sobre” y nos liberamos de ella, podremos oírnos a nosotros mismos, las palabras que decimos y cómo las decimos. Del mismo modo, debemos escuchar las palabras que nos dicen y la manera en que nos las dicen. Este conocimiento nos llevará a tener conciencia de lo que hacemos o dejamos de hacer para dignificarnos, respetarnos, protegernos y estimarnos a nosotros mismos y en última instancia, a la vida. Podemos comenzar teniendo fe en nuestra propia valía y confiando en nuestras propias percepciones. Esto puede ser muy difícil para quien padece abuso verbal porque esta forma de violencia encubierta, por su propia naturaleza, socava y disminuye las percepciones de la víctima. 

   En este tipo de relaciones la víctima aprende a tolerar el abuso sin darse cuenta de él y también sin darse cuenta de ello, pierde su autoestima. Es acusada por el abusador y se convierte en un chivo expiatorio. Es así como pasa a ser una víctima. 


   Las víctimas del abuso verbal deben encontrar el sentido de su propia valía y de su autoestima en circunstancias que les hacen perder poder y sentirse confundidas. Pueden hacerlo si reconocen el abuso verbal tal cual es.


  -El “Poder Personal” es otra forma de experimentar el poder, un poder que no necesita ganadores y perdedores, dominadores y subordinados.

El “Poder Personal”, se expresa como reciprocidad y creación conjunta. La reciprocidad es una forma de estar junto a otra persona que permite el crecimiento y el bienestar de ambos mediante una comunicación clara y una comprensión empática. La creación conjunta es la participación en una vida conscientemente compartida que ayuda a cada uno a alcanzar sus metas.

   En una relación, encontramos con frecuencia  a dos personas que viven y perciben desde dos concepciones diferentes: una vive según el modelo del “Poder Sobre” y la otra en base al modelo del “Poder Personal”. El abusador  orientado hacia el control y la dominación y su pareja orientada hacia la reciprocidad y la creación conjunta. Cuando a la víctima se le informa de esta realidad, cuando la interioriza, empieza a interpretar muchas vivencias. Las piezas del puzzle se van colocando rápidamente. 



    El Poder Sobre es un modelo de concepción del mundo. La creencia en el Poder Sobre es como una lente a través de la cual el creyente mira el mundo. Quien cree en el Poder Sobre espera obtener, mediante su uso, el Poder Sobre el otro. 

  Estas inquietudes nos llevan a acentuar seriamente nuestra consideración por la dignidad humana y la calidad de vida. El modelo de control y dominación del Poder Sobre ha penetrado en las conciencias individuales durante miles de años. Por esta razón, el reconocimiento del abuso verbal como medio de controlar, dominar y tener Poder Sobre otra persona, debe ser una preocupación real para todos nosotros. 

  Si reconocemos la influencia del modelo de Poder Sobre y nos liberamos de el, podremos oírnos a nosotros mismos, las palabras que decimos y cómo las decimos. Del mismo modo, debemos escuchar las palabras que nos dicen y la manera en que nos las dicen. Este conocimiento nos llevará a tener mas conciencia para dignificarnos, respetarnos, protegernos y estimarnos a nosotros mismos y, en última instancia, a la vida. Podemos comenzar teniendo fe en nuestra propia valía y confiando en nuestras propias percepciones. Esto puede ser muy difícil para quien padece abuso verbal porque esta forma de violencia encubierta, por su propia naturaleza, socava y disminuye las percepciones de la víctima. Pocas de las personas que entrevisté eran conscientes de lo que estaba pasando en sus relaciones; por cierto, no se veían a sí mismas como víctimas. Sólo sabían que algo estaba mal. 

 ¿Cuál es el origen del modelo del Poder Sobre? Es el resultado y la perpetuación de la"pedagogía venenosa". La pedagogía venenosa es un método tóxico de enseñanza o crianza del niño. Es un método que controla la conducta del niño mediante el abuso del Poder Sobre él. Este abuso de poder causa al niño un dolor, extremo. Si el niño se convierte en adulto sin haber elaborado el daño y el dolor de la experiencia, perpetuará el abuso del poder en la edad adulta. De esa manera, el adulto puede convertirse en tóxico o venenoso para los demás. Esta toxicidad es la que encontramos en las relaciones abusivas. Su ilusión de poder se mantiene sólo mientras tienen a "otro" sobre quien ejercer su poder. 


  Continuará


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