¿Qué duele más? ¿un empujón o una palabra? Si en el empujón caes al suelo y te haces una herida, ya hay evidencia, como si de una fotografía se tratara.
Pero, si te humillan, ¿que pasa si te humillan, te asustan, te persiguen, te ignoran, te engañan, te ningunean, te..., te..., te...(No olvidemos que no todos los maltratadores y maltratadoras actúan igual, cada uno tiene su personalidad).
En el primer caso podrías perder la vida y ¿en el segundo? ¿no la pierdes?
Las teorías de la Dra. Marie France Hirigoyen, psiquiatra, experta en Victimología, fueron cobrando forma a medida que trataba a pacientes afectados por depresión, no de caracter endógeno, sino provocada por una situación concreta. "Me resultó muy curioso comprobar, las cantidad de pacientes que se sentían destruidos por alguien". La toma de conciencia colectiva es necesaria para que la gente reaccione.
Marie France Hirigoyen.
Con todo esto, encontramos en la página del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España, en relación al maltrato psicológico y a las pruebas que necesita la víctima para poder justificar que dice la verdad y no está loca:
"Dada la dificultad para probar esta manifestación del maltrato es aconsejable poder reunir cuántos documentos de carácter médico tenga la víctima (p.e. si está siendo tratada por un psicólogo o psiquiatra que emite un informe, la historia clínica de la paciente, copia de las recetas prescritas por el facultativo si se toman tranquilizantes, antidepresivos, etc…). Posteriormente, una vez iniciado el procedimiento judicial, dichos profesionales deberán ratificar sus informes y además se recabará el informe de la Clínica Médico Forense adscrita al juzgado o del Equipo Psicosocial del mismo.
Igualmente relevante será contar con el testimonio de aquellas personas que hubiesen podido presenciar situaciones constitutivas de maltrato (insultos, vejaciones, desprecios, humillaciones, etc…) a fin de que testifiquen sobre ello en sede judicial. En este sentido, sería conveniente que ya constase una referencia a estas personas en la denuncia inicial.
Aunque es improbable, si existen mensajes de voz o de texto dejados en un teléfono móvil, los mismos deben transcribirse y comunicarse al juzgado a fin de que por el Secretario judicial se lleve a cabo un acta de transcripción de los mismos".
¡Cuanta incoherencia! ¡Cuánto camino por recorrer!:
¿El maltratador de guante blanco dejando pistas?.
¿La persona que ve/intuye algo poniéndose en evidencia reconociendo algo que NO defendió en su momento, limitándose a observar y a disimular como si nada hubiera visto?.
Si la persona fue maltratada en su infancia por alguien (que se "encargó" de su educación) y los médicos forenses deciden no "mancharse los manos" porque ¿dónde comenzó a gestarse realmente la depresión de la víctima?. Si le faltó cariño, respeto, dedicación y fue maltratada en la infancia, entonces ¿es una víctima de segunda? y "¡total, esta venía ya tocada!". Precisamente se llega a ser víctima cuando se han dado unas circunstancias muy concretas, no es víctima alguien que tiene una fuerte autoestima, sino alguien que tiene una gran necesidad de afecto. En el afán de encontrar pruebas, de que esté todo documentado y perfectamente justificado, en el afán de no dejarse engañar por personas que utilizan los juzgados mintiendo e intentando manipular, que las hay y que son depredadores/maltratadores muy peligrosos, se pasa por alto lo verdaderamente importante. Y créanme, esto pasa. Diagnosticar una enfermedad "que no se ve" no es fácil, como tener que determinar con exactitud cuándo y cómo se gestó. Para los forenses esto es determinante.
Y mientras se avanza despacio, muy despacio...personas con una rotura del YO impresionante y llenas de sacos de sufrimiento.
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