martes, 15 de julio de 2014

1.3 - Características del maltratador psicológico. Resumen de la charla de la Dra. Pilar Muñoz

              

(En la parte derecha del blog tienes el enlace de la charla)

El depredador o vampiro emocional es aquella persona que ejerce sobre la víctima un subtipo de maltrato mucho más silente, mas insidioso y mucho mas peligroso que el maltrato violento físico manifiesto. 


    Las víctimas suelen ser personas MUY APTAS: personas bondadosas, optimistas, vitalistas y con cualidades que el depredador envidia. 

   El depredador, a diferencia del psicópata, sí tiene emociones, pero en un momento de su vida hay una desconexión en su infancia y buscan a esas personas para aspirarles aquello que envidian. Necesitan tiempo y cercanía para empezar con la depredación, empezando con la seducción y puede ser incluso invisible para el resto de los observadores. Los hijos y familiares pueden perfectamente no darse cuenta. 

   La depredación ocurre en todas las edades, en todos los estratos sociales, en todos los sexos, en todas las culturas. 

  El objetivo del depredador es el desmoronamiento moral, personal, psicológico y sociológico de la victima. Los hay peligrosos y muy peligrosos, siendo estos últimos los que están mucho más enmascarados. Se sienten profundamente inferiores. A la víctima la vejan, la humillan, la ningunean, etc. Son hipócritas y cínicos. Anhelan de una forma envidiosa todo lo que no tienen, pues son sacos de resentimiento y rabia, escondidos detrás de grandes convencionalismos y una fuerte ideología o conducta moral.

   En el primer momento en que está estabilizada la pareja aparece su verdadero rostro:
cortan los lazos afectivos para que después la víctima dependa emocionalmente de él. El depredador la va paralizando y llega un momento en que ésta no sabe lo que es cierto de lo que no.

SI LA VÍCTIMA DUDA Y ESTA CONFUSA SU AUTOESTIMA YA ESTÁ TOCADA.





     Ya tiene afectadas el área social y personal, ha dejado incluso de cuidarse porque está dependiendo del criterio constante del depredador. Todo esto neurotiza muchísimo a la víctima y desquicia profundamente. La víctima ya no sabe hacia donde moverse pues se le cuestiona todo lo que hace, se queda paralizada. 

    El depredador se erige con salvador y mentor "el único, la única que te entiende soy yo".Cuando la víctima empieza a sospechar que puede estar siéndole infiel, éste rápidamente "la coloca en su sitio": "No te das cuenta que estás equivocada/o, que no sabes interpretar nada, que son amigas/os, si es que,... como tú no sabes relacionarte...". (No tomar las palabras textuales, no olvidéis, el mismo objetivo pero cada uno tiene su personalidad).

      La última fase es la más perversa y es el ALEJAMIENTO del depredador ("hacer su vida") y esto lo hace porque ya la tiene segura. Que no se le ocurra a la víctima proponer o llevar a cabo ningún cambio, porque le va a suponer un coste psicológico enorme.


      Lo que no va a permitir el depredador es que la víctima se le escape: "No es cierto lo que piensas y como estás sola/o...(porque ya me he encargado yo ) y además no me tienes que controlar,..." . En definitiva el que se aleja es él y lo hace porque sabe que es suya. La desprecia profundamente pero es SU PRESA.

      Creen estar poseídos de la verdad, la razón y la justicia y comparten con los narcisistas la necesidad de ser admirados, de que se les debe todo. Suelen ser tacaños y con unas ansias desmesuradas de éxito y de poder.

      Mientras tanto las víctimas ni sienten, ni padecen, están anestesiadas.  Son incapaces de sentir odio pero tampoco amor verdadero. Lo que sí sienten es la vinculación emocional con ellos, ya que más allá de ellos está EL VACÍO.

      Sacar de las fauces de un depredador a la víctima CUESTA AÑOS. Ven en el plano consciente lo que les está pasando, pero son incapaces de separarse de ellos. 

      El depredador ejerce una alerta y control constante: (Él sí puede hacer lo que quiera, pero mucho cuidado con que la víctima no responda a una llamada, por ejemplo). Culpabilizan constantemente a la víctima por todo: "...no sabes estar con la gente...".


                                                       

      El disimulo social que ellos ejercen es muy invalidante "¿cómo los demás no ven lo que yo veo?". Esto es una EROSIÓN Y UNA RUPTURA DEL YO ENORME. 
Y se cierre el ciclo con una depresión por parte de la víctima, de la que es imposible salir sin ayuda. La ayuda necesaria que le haga reestructurar su percepción (¡casi nada!), escuchar su sufrimiento  y decirle "ahora entiendo muchos comportamientos tuyos". Y que la víctima empiece a decirse: "yo sí valgo, yo no soy tan...como me ha dicho..."

      Como ya hemos comentado, no todos los depredadores actúan igual, hay que meterlos en la matriz de personalidades: 
el despótico que no habla de sus sentimientos e imponen a los demás; el irresponsable (dejan a la víctima que solucione los problemas, porque ellos se saben débiles); el seductor; el irónico; el culto que pone sobre la mesa un tema que maneja muy bien con el objetivo de apabullar; el generoso, mucho cuidado con éste, es el que da y da y da, pero NO lo hace de forma incondicional; el humorístico o gracioso, que aprovecha una reunión de amigos para bromear con la víctima, hacerle daño y luego "no ves cómo no sabes estar con la gente, no entiendes nada, no sabes..."; el depredador ofensivo (muy peligroso), utiliza todo lo que esté en su mano, si hubiera una denuncia judicial, para convertir a la víctima en depredador. O bien...una mezcla de cada uno.

      Cuando una de estas personas llegan a una clínica psicológica (si es que van), lo hacen con un NÚCLEO PSÍQUICO MUERTO y es muy difícil encontrarlas, encontrar su yo.

(Resumen de la charla de la Dr. Pilar Muñoz)

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