La víctima empieza a intuir que "algo no va bien". Puede tener la suerte de dar con un gran profesional, no olvidemos que la víctima está sola o "casi sola" (ya se ha encargado el depredador), pero únicamente pondrá los medios para salir de este infierno, cuando SIENTA por ella misma que "eso no es vida y que no se merece ese trato". Hago hincapié en la palabra "sienta" porque no es suficiente que lo sepa a nivel consciente, tiene que sentirlo y cuando eso ocurre, en un principio, será por momentos muy fugaces, para pasar la mayor parte del tiempo culpándose. Para que se instale en ella este sentimiento tiene que pasar tiempo.
Una de las razones por las que la víctima empieza levemente a reaccionar, es cuando su salud se resiente, cuando ya no puede más, cuando ya no tiene ganas de nada, cuando ha tocado fondo.La víctima siente la muerte muy cerca, la muerte psíquica. Comienza a esquivar al d., se siente mucho mejor cuando no está junto a él, aunque si al d. se le ocurriera - como buen manipulador - amenazar con abandonarla, la v. se aferra mucho más a él, porque cree que no puede vivir sin "su amor" y sería un gran paso hacía atrás. Aunque comienza la sospecha de que es la causa de su mal, queda mucho tiempo, quizás años, para que sepa realmente el daño que le ha causado. Quizás nunca lo sepa.
Después viene la fase de "información", busca todo lo relativo al maltrato piscológico. En algún caso busca ayuda psicológica y muy poco a poco, empieza a cambiar. La víctima pasa mucho miedo, alterna momentos en los que se ve capaz de enfrentarse al d,. con otros en los que se da por rendida. El d. no entiende qué está pasando (Tema 1.3) y como es de esperar, se rebela con agresividad. Ahora pasamos a una fase "de pulso" pues el d. no está dispuesto a que cambie nada ¡con lo bien que está con una víctima a sus pies, SU víctima!.
Después viene la fase de "información", busca todo lo relativo al maltrato piscológico. En algún caso busca ayuda psicológica y muy poco a poco, empieza a cambiar. La víctima pasa mucho miedo, alterna momentos en los que se ve capaz de enfrentarse al d,. con otros en los que se da por rendida. El d. no entiende qué está pasando (Tema 1.3) y como es de esperar, se rebela con agresividad. Ahora pasamos a una fase "de pulso" pues el d. no está dispuesto a que cambie nada ¡con lo bien que está con una víctima a sus pies, SU víctima!.
Más tarde llega el miedo, el pánico ante alguna conducta del depredador: acoso, amenazas..., que le hacen huir en busca de ayuda (denuncia).
Otra de las causas tiene lugar cuando se ilusiona con alguna persona que a priori ¡es tan distinta a su depredador/a!, pero ¡mucho cuidado!, porque el núcleo psíquico de la víctima está roto y es muy probable que repita el patrón de conducta que mantuvo con su maltratador. Cuando llega esa ilusión, la víctima encuentra fuerza para separarse del d. Esa ilusión le empuja a buscar la salida aunque se siente más culpable, si cabe, que antes, por tener esa ilusión. Aunque lo peor, como hemos dicho está por llegar. Precisamente cuando intenta alejarse del d. comienza el acoso y el infierno. Es ahora cuando necesita ayuda. La ayuda ha de llegar antes que la denuncia, porque se va a enfrentar a un hecho muy traumático. Cuando denuncia, ha tenido lugar algún hecho que le ha llevado a sentir mucho miedo, pánico, terror, pero después pasará a la fase de minimización y arrepentimiento. Alternará momentos en los que sienta realmente que la ha maltratado, para pasar la mayor parte del tiempo preguntándose "¿qué está pasando, está mal lo que me ha hecho? si...me quiere mucho, lo hace sin intención, la culpa es mía , es normal que actúe así, no tenía que haber denunciado..."
Otra de las causas tiene lugar cuando se ilusiona con alguna persona que a priori ¡es tan distinta a su depredador/a!, pero ¡mucho cuidado!, porque el núcleo psíquico de la víctima está roto y es muy probable que repita el patrón de conducta que mantuvo con su maltratador. Cuando llega esa ilusión, la víctima encuentra fuerza para separarse del d. Esa ilusión le empuja a buscar la salida aunque se siente más culpable, si cabe, que antes, por tener esa ilusión. Aunque lo peor, como hemos dicho está por llegar. Precisamente cuando intenta alejarse del d. comienza el acoso y el infierno. Es ahora cuando necesita ayuda. La ayuda ha de llegar antes que la denuncia, porque se va a enfrentar a un hecho muy traumático. Cuando denuncia, ha tenido lugar algún hecho que le ha llevado a sentir mucho miedo, pánico, terror, pero después pasará a la fase de minimización y arrepentimiento. Alternará momentos en los que sienta realmente que la ha maltratado, para pasar la mayor parte del tiempo preguntándose "¿qué está pasando, está mal lo que me ha hecho? si...me quiere mucho, lo hace sin intención, la culpa es mía , es normal que actúe así, no tenía que haber denunciado..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.