1.7 - Denuncia. La AYUDA ha de llegar antes, durante y después

  

 Tal y como está organizado en la actualidad, en España,  todo lo relativo al maltrato psicológico no hay mas remedio que denunciar (aun con todas las zancadillas que se encuentra la víctima) pero.....¡por supuesto que habría que dedicar tiempo y esfuerzo para "crear"  las mejores soluciones, no solo es denunciar! 

   La víctima vive en un caos total, está aturdida, angustiada...  perdida, muy perdida y con unos niveles de estrés y sufrimiento altísimos. Lo más característico es su gran sentimiento de culpa:

-Culpable del daño que pueda estar ocasionando a sus hijos (si es que los tiene),

-Culpable de no poder controlar por ella misma la situación (sin necesidad de denunciar) y "pararle los pies".

-Culpable de estar equivocándose,

-Culpable del "daño que le pueda estar haciendo al maltratador" o a su familia,

-Culpable de sentir miedo,
-Culpable porque la mayor parte del tiempo cree que  "no es para tanto", 

-Culpable, culpable.....

   La denuncia supone sumar unas dosis altísimas de culpa, más culpa. Es por lo que muchas veces retiran las denuncias y lo hacen con miedo, con miedo y culpa de haber denunciado "por nada" y por tanto, más agresividad al maltratador, aumentado con ello sus sacos de rabia y resentimiento. Si denuncian de nuevo, paradójicamente (y me consta) algunos jueces han dado poca credibilidad a la víctima porque "ha retirado la denuncia", como si la víctima hubiera considerado que se ha equivocado o que ha sido un impulso sin base alguna. Si la víctima denuncia una segunda vez, algún juez ha referido "no tiene credibilidad porque ha estado tres días viviendo esa experiencia que cuenta de acoso, sin denunciar antes".¡¡Es espeluznante!!. Denunciar para la víctima es una experiencia muy dolorosa y lo hace cuando está aterrorizada por alguna conducta del maltratador. Para la víctima, denunciar es un acto para el que ni mucho menos está preparada.

     Imagináos: una persona que psicológicamente está "hecha pedazos", con la autoestima por lo suelos, sin saber interpretar lo que ha vivido, ya que su d. se ha pasado mucho tiempo haciéndole creer que su percepción es errónea, que está equivocada en todo..., sola, !!explicando!! los hechos ante la justicia, con todo lo que eso supone.

   Mi experiencia en estos temas me ha puesto de manifiesto la falta de información,  de profesionalidad, deshumanización, empatía y las grandes dosis de hastío de personas a las que se les presupone que van a solucionar esta terrible situación y ¡todo lo contrario!.

  Por todo esto, insisto tanto en la AYUDA. No basta con instar a la víctima a que denuncie, como si con la denuncia se hubiera acabado el problema. Necesita esta ayuda como el aire que respira:

-para  poder contar lo que siente,
-lo que vive,
-para que la orienten,
-para que no vaya sola a denunciar,
-para que sienta que no está sola,
-para que le ayuden a restructurar su percepción (casi nada) e interprete lo que ha vivido como lo que   realmente es: una aniquilación de su YO, una muerte psíquica,
-para que sea la voz de la víctima porque ella no tiene voz, ella se perdió hace tiempo...

   Por eso no es suficiente decirle a la víctima ¡¡DENUNCIA!! (hablamos siempre del maltrato psicológico). Es una experiencia traumática y poco después de la denuncia pasará a la fase de minimización y arrepentimiento. La mejor ayuda que puede tener una víctima, aparte del cariño y apoyo de los pocos amigos y familiares que le queden, es la ayuda por parte de  profesionales que conozcan realmente la mente de la víctima y su depredador, profesionales en organizaciones, centros..., donde ella pudiera asistir, que tuvieran incluso en cuenta que el maltratador puede seguirla y por tanto crear los mecanismos necesarios para protegerla. Hacer lo posible para que la víctima llegue a decirse : SÍ, ME ESTÁ MALTRATANDO y ayudarle a lo más difícil: INTERPRETAR LO QUE ESTÁ VIVIENDO.