miércoles, 8 de octubre de 2014

1.9 - Inteligencia emocional ¡¡Escúchate!! Falsa empatía

 
   Pensar y sentir son dos realidades distintas.

   Cuando me acaricia alguien que amo (mi pareja, un hijo, padre, madre, amigo...) siento alegría, ternura...y lo que siento, no depende de mi.

   La inteligencia emocional nos permite tomar conciencia de nuestras emociones y por lo tanto respetarnos. Por eso cuando alguien nos hace daño y supone un obstáculo en nuestro desarrollo personal y social lo excluimos de nuestro entorno. No partimos de una "falsa empatía" e intentamos comprenderle y ayudarle, "lo hace sin querer", sino de nuestro amor hacia nosotros mismos: "esta persona provoca en mí emociones de tristeza, de vergüenza, de dolor, de ..., de...", y si las provoca, están. La persona que te ama no te hace sentir todo esto.


 La empatía es la capacidad que nos permite entender los sentimientos del otro para poder interpretar determinadas actuaciones . Una sana empatía, nos permite dicha capacidad, pero no me quedo permanentemente en el mundo emocional del otro. Comprendo determinadas actitudes pero no me coloco en su "radio de tiro", porque la caridad y comprensión, empiezan por mí y lo primero, lo saludable para todos, incluso para la persona que no nos trata bien, es el alejamiento, no reforzando de esta forma sus actitudes negativas y porque además sirve de ejemplo para otras personas de tu entorno, hijos...


   De acuerdo a lo que dice la autora Myriam Muñoz Polit, la vida emocional es la que nos mueve a comportarnos, percibir y actuar de determinada manera en la vida y habla de las cinco emociones básicas que desde su punto de vista destacan y que son:

    -Miedo: el objetivo es la protección;
    -Afecto: el objetivo es la vinculación;
    -Tristeza: el objetivo es el retiro. Cuando sentimos tristeza nuestro organismo nos está diciendo                            "retírate de ahí y vuelve a estar contigo";
    -Ira: el objetivo es la defensa;
    -Alegría: su objetivo es la vivificación. Viene a ser la batería de nuestra existencia.


   Todas las demás emociones, se pueden incluir en alguna de las que acabamos de comentar: decepción, asco, esperanza, entrega, etc.

   A veces, nos es difícil hacer contacto con nuestros sentimientos. De ahí la importancia de tener una educación emocional que nos permita hacernos conscientes de aquello que sentimos, es decir poder convertirnos en nuestros propios observadores para ir analizando,descubriendo y por lo tanto controlando aquello que nos mueve a actuar, y tener cada vez mayor control de nuestras respuestas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.