2.9 - El miedo y ..... la esperanza

Cuando la víctima se separa de su agresor, cuando ya ha pasado tiempo sin estar en contacto con él, cuando ya no quedan asuntos jurídicos pendientes (si es que los hubo) y otros asuntos, cuando se ha hecho por fin el silencio, la víctima comienza a ser consciente de que su compañero de viaje EL MIEDO, la va a seguir acompañando durante algún tiempo más.

Nadie; nadie; insisto nadie, como la víctima de maltrato psicológico, conoce EL MIEDO al maltratador. Miedo que se irá muy despacio, tan despacio como se fue instaurando al cabo de los años en su ser. La víctima no fue consciente de como este monstruo fue entrando, poco a poco, como la gota de agua que va golpeando en la roca durante años y consigue romperla. El tiempo fue el aliado para que entrara y será el aliado para que se vaya. Y es que...¡la víctima necesita tanto tiempo para recuperarse! No menciono el apoyo, el afecto, la ternura... porque en muchos casos no los tiene y se encuentra sola, aunque esté rodeada de personas. Este afecto es como el abono y el agua en las plantas, es Vida.

Y no es ya miedo a que el agresor continúe maltratandola, sino miedo a lo que tan solo su presencia le haga sentir de nuevo; sentir, recordar, volver a vivir... La víctima perdió su identidad y le está costando mucho recuperarla, como para que la presencia del agresor le haga sentir de nuevo ese vértigo de sensaciones, emociones de culpa y otra vez las dudas... Es desgarrador, porque la desvía de su camino de recuperación.

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Miedo que me ahogas..¿por qué yo?, ¿qué te sedujo de mí?
Déjame vivir,
¡¡VETE!!.
¡¡¡LÁRGATE!!!
No me dejaste parar sus ansias de poder sobre mi, con un ¡¡cállate la boca de una vez!!
no me dejaste irme cuando me ridiculizaba en público y gritarle "ahí te quedas!!¡¡no volverás a reírte de mi!!,
darme la vuelta cuando me hería tanto,
hacerme  volver corriendo a sus brazos pidiéndole perdón,
¡¡Perdón de qué!!
¡perdón por dedicarme solo a estar pendiente de él y abandonarme!,
perdón por verle coquetear en mi presencia,
perdón por estar enferma.
...

Si supierais el daño que me ha hecho,
si supierais todo lo que no me ha dejado hacer este maldito miedo.
Me arrebató la fuerza y el coraje para poder defenderme,
me arrebató la voz, se hizo con mi grito.
Se llevó mi paz y mi cordura...
me dejó inmóvil y sin vida.
Pero... no he perdido la esperanza
Volveré a llevar las riendas de mi vida,
me recuperaré,
me sentiré tan fuerte que,
no dudaré ni un momento de mis emociones,
las mimaré y las dejaré volar.

Miedo...ya no puedes entrar. ¡Lárgate de mi vida.!