El amor implica protección, confianza, respeto por los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.
Las personas que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y mental, se enferman. Éstas, en situaciones abusivas pierden su autoestima, no saben protegerse ni se dan cuenta del peligro que corren.
El abuso emocional consiste en un proceso constante en el que las ideas, sentimientos, características de personalidad y percepciones de una persona son rebajados y despreciados de forma abierta o encubierta, hasta que llega un momento en que la víctima empieza a ver estos aspectos de sí misma como gravemente dañados o incluso ausentes. Es decir, se produce una destrucción de su sentido del yo, de su identidad personal.
El misterio de amar a un depredador puede no tener sentido desde un punto de vista social, pero sí desde un punto de vista psicológico.
Las personas que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y mental, se enferman. Éstas, en situaciones abusivas pierden su autoestima, no saben protegerse ni se dan cuenta del peligro que corren.
El abuso emocional consiste en un proceso constante en el que las ideas, sentimientos, características de personalidad y percepciones de una persona son rebajados y despreciados de forma abierta o encubierta, hasta que llega un momento en que la víctima empieza a ver estos aspectos de sí misma como gravemente dañados o incluso ausentes. Es decir, se produce una destrucción de su sentido del yo, de su identidad personal.
El misterio de amar a un depredador puede no tener sentido desde un punto de vista social, pero sí desde un punto de vista psicológico.
Mientras que el estado psicológico en situaciones de secuestro se conoce
como el "Síndrome de Estocolmo", se
había observado este síndrome, muchos años antes y se encontró en estudios de otros rehenes,
prisioneros o situaciones abusivas como:
·
Niños maltratados
·
Mujeres maltratadas
·
Prisioneros de guerra
·
Miembros de sectas
·
Víctimas de incesto
·
Situaciones de secuestro criminal
·
Prisioneros de campos de concentración
·
Relaciones controladoras e intimidantes
Ese extraño vínculo emocional
En un análisis final, el vínculo emocional con el d. es en
realidad una estrategia de supervivencia para víctimas de abuso e intimidación.
El síndrome de Estocolmo en situaciones de secuestro o abuso se conoce muy en nuestros tiempos, pero este síndrome también se puede encontrar en relaciones
familiares, románticas o interpersonales. El d. puede ser un marido o
esposa, novia o novio, padre o madre y cualquier otro rol en el que el d. esté en una posición de control o autoridad.
Es importante entender los componentes del síndrome de Estocolmo
relacionados con las relaciones abusivas y controladoras. Una vez que el
síndrome se comprende, es más fácil entender por qué las víctimas apoyan, aman
o incluso defienden a sus depredadores.
Cada síndrome consta de síntomas y conductas y el síndrome de Estocolmo no
es una excepción. Mientras que no se ha establecido una lista definida debido a
la variedad de opiniones entre los investigadores y expertos, varios de estos
rasgos estarán presentes:
· Sentimientos positivos de la víctima hacia el abusador/controlador.
. Sentimientos negativos de la víctima hacia familiares, amigos, o
autoridades que tratan de rescatarlos o apoyarlos en su liberación.
· Apoyo a las conductas y sentimientos del abusador.
· Sentimientos positivos del abusador hacia la víctima.
· Conductas de apoyo de la víctima, a veces ayudando al abusador.
.Incapacidad para llevar a cabo comportamientos que podrían ayudarla en su
liberación o desapego
Se ha visto que cuatro situaciones o condiciones están presentes y sirven
como base del desarrollo del síndrome de Estocolmo. Estas cuatro situaciones
pueden encontrarse en casos de secuestro, abuso severo y relaciones abusivas:
·
La percepción de una amenaza a la supervivencia física o psicológica y la
creencia de que el abusador llevará a cabo la amenaza.
·
La percepción de cierta amabilidad del abusador hacia la víctima.
·
Ausencia de un punto de vista diferente al del abusador.
·
La percepción de la incapacidad de escapar de la situación.
Al considerar cada situación, podemos entender cómo el síndrome de
Estocolmo se desarrolla en las relaciones románticas igual que en situaciones de
secuestro. Veamos cada una de las situaciones.
La
percepción de una amenaza
La percepción de una amenaza puede formarse por métodos directos, indirectos o de testigos.
En los casos de violencia psicológica, la percepción de que la víctima va a ser abandonada es un ejemplo muy común en estos casos, ya que tiene la certeza de que no puede vivir sin él/ella. En definitiva la percepción de que la víctima va a ser castigada les hace pensar que el d, puede llevar a cabo su amenaza de manera directa, si no cumple lo que espera de ella.
En los casos de violencia psicológica, la percepción de que la víctima va a ser abandonada es un ejemplo muy común en estos casos, ya que tiene la certeza de que no puede vivir sin él/ella. En definitiva la percepción de que la víctima va a ser castigada les hace pensar que el d, puede llevar a cabo su amenaza de manera directa, si no cumple lo que espera de ella.
Ser
testigo de violencia o amenaza a un tercero supone también una amenaza percibida. Ser
testigo de un estallido violento dirigido a un objeto, a otras personas en
la carretera o una tercera persona nos envían el mensaje de que podemos ser el
siguiente objetivo de un acto violento.
Etc.
Etc.
La
percepción de gestos de amabilidad
La víctima busca evidencias de esperanza, un
pequeño signo de que la situación puede mejorar. Cuando el abusador/controlador
muestra a la víctima cierto grado de amabilidad, la víctima lo interpreta como
un rasgo positivo del secuestrador.
Un trato especial se interpreta no
sólo como algo positivo, sino como una evidencia de que el abusador no es tan
malo y puede corregir su conducta en algún momento. Los abusadores y
controladores a veces son vistos de manera positiva por no abusar de su pareja
en ciertas situaciones en que suele abusar verbal o físicamente de ella. Una
pareja agresiva y celosa puede mostrarse intimidante y abusiva en ciertas
situaciones sociales, como cuando un compañero de trabajo del sexo opuesto hace
un gesto de saludo entre la multitud. Tras ver el saludo, la víctima espera el
abuso verbal y cuando no sucede, interpreta de manera positiva ese
"pequeño gesto de amabilidad".
Algo
similar sucede con la percepción del "lado blando". A lo largo de la
relación, el abusador/maltratador puede compartir información acerca de su
pasado: cómo lo maltrataron, abandonaron o abusaron de él o ella. La víctima
empieza a pensar que el abusador puede ser capaz de corregir su conducta o, aún
peor, ver al abusador como una víctima. Puede desarrollar compasión hacia el
abusador y a menudo escuchamos a la víctima con síndrome de Estocolmo defender
a su abusador. Aunque puede ser cierto que el abusador/controlador tuviera una
infancia difícil, mostrar compasión por su historia no produce cambios en su
conducta y, de hecho, prolonga el intervalo de tiempo en que serás víctima de
abusos.
Ausencia
de otra perspectiva diferente a la del abusador
En las
relaciones de abuso y control, las víctimas tienen la sensación de andar
siempre "con pies de plomo", temerosas de decir o hacer algo que
pudiera dar lugar a una actitud hostil. Para sobrevivir, comienzan a ver
el mundo desde la perspectiva del abusador. Empiezan a arreglar las cosas que
podrían dar lugar a una conducta hostil de la índole que sea, actúan de modo que saben que agradarán al
abusador o evitan aspectos de sus propias vidas que podrían causar un problema. Si nuestra pareja es un
abusador o controlador, entonces la mayoría de nuestras acciones están basadas
en nuestra percepción de la posible reacción del abusador. Empezamos a
centrarnos en las necesidades, deseos y hábitos del abusador/controlador. Empieza a vivir permanentemente pendiente del criterio del d.
La
adopción del punto de vista del abusador puede ser tan intensa que la víctima
siente rabia hacia aquellos que intentan ayudarla o bien dar otro punto de vista. El abusador ya estaba
enfadado y resentido con cualquiera que pudiera proporcionar apoyo a la
víctima, y por lo general utiliza múltiples métodos y manipulación para aislar
a la víctima de los demás. Cualquier contacto que la víctima tenga con personas
que la apoyan es recibido con acusaciones, amenazas o en estallidos violentos.
Recordemos que la actitud del d. no siempre es tan "evidente" como en el caso de un estallido violento, pues siendo así sería mucho más fácil de identificar, para la víctima. En este blog lo que sobre todo tratamos es la sutilidad en el maltrato, la carencia de huellas, el decir sin decir, la ironía, etc; nos referimos al caos mental de la víctima que tiene su percepción dañada y no sabe interpretar lo que está viviendo, no sabe si el abusador ha dicho lo que acaba de oir o si no ha escuchado bien, si ha dado a entender....
Ese "decir sin decir" y la pasividad de las personas que pudieran estar presentes es lo que erosiona ¡¡y de qué manera!! el núcleo psíquico de la víctima, su IDENTIDAD, SU YO.
Entonces las víctimas se alejan de sus familias, temiendo que el contacto familiar pueda provocar abuso adicional. De acuerdo con el abusador/controlador, empieza a verlos como personas que causan problemas y hay que evitar.
Recordemos que la actitud del d. no siempre es tan "evidente" como en el caso de un estallido violento, pues siendo así sería mucho más fácil de identificar, para la víctima. En este blog lo que sobre todo tratamos es la sutilidad en el maltrato, la carencia de huellas, el decir sin decir, la ironía, etc; nos referimos al caos mental de la víctima que tiene su percepción dañada y no sabe interpretar lo que está viviendo, no sabe si el abusador ha dicho lo que acaba de oir o si no ha escuchado bien, si ha dado a entender....
Ese "decir sin decir" y la pasividad de las personas que pudieran estar presentes es lo que erosiona ¡¡y de qué manera!! el núcleo psíquico de la víctima, su IDENTIDAD, SU YO.
Entonces las víctimas se alejan de sus familias, temiendo que el contacto familiar pueda provocar abuso adicional. De acuerdo con el abusador/controlador, empieza a verlos como personas que causan problemas y hay que evitar.
En
casos severos de síndrome de Estocolmo en la relación, la víctima puede tener
problemas para dejar al abusador y puede pensar que la situación abusiva es
culpa suya.
Percepción
de incapacidad para escapar
Los
controladores a menudo y cuando la víctima quiere escapar (que ya es un enorme paso pues significa que ya están reestructurando su percepción ¡casi nada!) recurren a amenazas extremas, como llevarse a los niños
fuera de la ciudad, dejar su trabajo antes que pagar la pensión, exposición
pública de temas personales de la víctima o asegurar a la víctima que nunca podrá
vivir tranquila debido a su continua acoso. En casos graves, el controlador
puede amenazar con llevar a cabo una acción que impida a la víctima mantenerse,
como "haré que pierdas tu trabajo" o "quemaré tu coche".
La víctima puede
sentirse quemada y demasiado deprimida para marcharse.
En las
relaciones malsanas y, sobre todo, el el síndrome de Estocolmo, existe una
preocupación diaria con los "problemas". Un problema es cualquier
persona, grupo, situación, comentario, mirada casual o comida fría que pudiera
producir un estallido emocional o abuso verbal por parte del controlador o
abusador. Para sobrevivir, hay que evitar los problemas a toda costa. La
víctima debe controlar las situaciones que causan problemas. Eso puede incluir
evitar familiares, amigos, compañeros de trabajo, y cualquiera que pueda crear
un "problema" en la relación abusiva. La víctima no odia a los amigos
o familiares; sólo está evitando problemas.
El
síndrome de Estocolmo produce un vínculo malsano con el controlador o abusador.
Esa es la razón por la que muchas víctimas continúan apoyando al maltratador y
se muestran compasivas con alguien que ha abusado de ellas psicológica y, en
ocasiones, físicamente.
Es una cuestión de inversión. A mayor inversión, mayor apego
A lo largo de la historia, la gente ha apoyado y
participado en situaciones que van de abusivas a bizarras. Al empujar a otros a
participar en dichas situaciones, está claro que han desarrollado sentimientos
y actitudes que apoyan su participación. Un modo en que estos sentimientos y
actitudes se desarrollan recibe el nombre de "disonancia cognitiva".
La disonancia cognitiva explica cómo y por qué las personas cambian sus
ideas y opiniones para apoyar situaciones que no son sanas, positivas y
normales. Según esta teoría, las personas tratan de reducir la información u
opiniones que les hacen sentir incómodos, añadiendo nuevos pensamientos y actitudes.
Los estudios indican que somos más leales y comprometidos con algo que es
difícil, incómodo e incluso humillante.
Las relaciones abusivas producen una gran cantidad de inversión malsana. En muchos casos tendemos a permanecer y apoyar la relación abusiva
debido a nuestra inversión en ella. Varios tipos de inversiones nos mantienen
en una relación inadecuada:
· Inversión emocional. Hemos invertido tantas emociones: hemos llorado tanto,
nos hemos preocupado tanto, que creemos que tenemos que seguir hasta el final.
· Inversión social. ¡Tenemos nuestro orgullo! Para evitar la humillación
social y situaciones sociales desagradables continuamos con la relación.
· Inversión familiar. Si hay niños en la relación, las decisiones
relacionadas con la relación se ven empañadas por la situación y necesidades de
los niños.
· Inversión económica. En muchos casos, la pareja controladora y abusiva ha
creado una situación financiera compleja. Muchas víctimas permanecen en la mala
relación esperando una mejoría económica que hiciese su marcha más fácil.
· Inversión en el estilo de vida. Muchas parejas controladoras o abusivas
utilizan el dinero o estilo de vida como inversión. Las víctimas en esta
situación no quieren perder ese estilo de vida.
· Inversión de intimidad. A menudo invertimos intimidad emocional y sexual.
Algunas víctimas han vivido una destrucción de su autoestima emocional o sexual
en la relación malsana. La pareja abusiva puede amenazar con extender rumores o
contar detalles íntimos o secretos. Un tipo de chantaje que utiliza la
intimidad se encuentra a menudo en estas situaciones.
En muchos casos, no son sólo nuestros sentimientos por una persona los que
nos mantienen en una mala relación, sino la cantidad de inversiones. Las
relaciones son complejas y a menudo vemos sólo la punta del iceberg. Por este
motivo, la frase más común que utiliza la víctima para defender su relación es
"tú no lo entiendes".
Combinar
dos situaciones malsanas
La
combinación del síndrome de Estocolmo y la disonancia cognitiva da lugar a una
víctima que no sólo cree que la relación es aceptable sino también que la
necesita desesperadamente para su supervivencia.
La
víctima piensa que se vendrá abajo psicológicamente si la relación termina. En
relaciones largas, la víctima ha invertido todo en ella. Ahora la relación
decide su nivel de autoestima, valía personal y salud emocional.
Por las
razones descritas, la víctima piensa que familiares y amigos son una amenaza
para la relación y , finalmente, para su salud personal y su existencia. Cuanto
más protesten los familiares y amigos por la naturaleza abusiva de la relación,
más desarrollará la víctima una disonancia cognitiva y se pondrá a la
defensiva. En este punto, familiares y amigos se vuelven víctimas del individuo
maltratador.
Es
importante destacar que tanto el síndrome de Estocolmo como la disonancia
cognitiva se desarrollan de un modo involuntario. La víctima no inventa esto a
propósito. Ambos se desarrollan como un intento de existir y sobrevivir en un
ambiente amenazante y controlador. A pesar de lo que podamos creer, nuestro ser
querido no está en esa relación para irritarnos, avergonzarnos o llevarnos a la
bebida. Lo que puede haber empezado como una relación normal, se ha convertido
en una relación abusiva. Están intentando sobrevivir. Su personalidad está
desarrollando los sentimientos y pensamientos necesarios para sobrevivir y
disminuir el ataque emocional y físico.
Todos
nosotros hemos desarrollado actitudes y emociones que nos ayudan a aceptar y
sobrevivir en ciertas situaciones. Tenemos esas actitudes y emociones acerca de
nuestros trabajos, comunidad y otras áreas de la vida. Cómo hemos visto a lo
largo de la historia, cuanto más disfuncional sea la situación, más
disfuncional es nuestra adaptación a ella para sobrevivir. La víctima se implica
en un intento por sobrevivir y hacer que la relación funcione. Una vez que
llega a la conclusión de que no funciona y no puede arreglarse, necesitará
nuestro apoyo mientras pacientemente esperamos que tome la decisión de volver a
un estilo de vida sano y positivo.
Familiares
y amigos de la víctima (si es que los hay y detectan el abuso)
Cuando
la familia se encuentra con un ser querido envuelto en una relación con una
persona abusiva (si es que lo detecta que no siempre es el caso), la situación se vuelve emocionalmente dolorosa y socialmente
difícil para la familia.
Probablemente
la víctima ha tenido que elegir entre la relación o la familia. Esta elección
es más difícil debido al control e intimidación que se encuentra a menudo
presente en una relación de este tipo. Sabiendo que elegir la familia puede
tener graves consecuencias personales y sociales, la familia siempre queda en
segundo lugar. Ten en cuenta que la víctima sabe en su interior que la familia
siempre la querrá y aceptará su regreso cuando suceda.
Los contactos de la familia con la víctima pueden ser recibidos con rabia y resentimiento.
Esto es debido a que cada contacto puede hacer que el abusador le ataque verbal
o emocionalmente.
No
pienses que el comportamiento de la víctima está en contra de la familia o
amistades. Puede ser un modo de sobrevivir o de disminuir el estrés. Las
víctimas pueden oponer mucha resistencia, enfadarse o volverse hostiles debido
a la complejidad de su relación con el abusador. Pueden maldecir, amenazar o
acusar a sus seres queridos y amigos. Esta reacción hostil defensiva es en
realidad un mecanismo de autoprotección (un intento de evitar problemas).
Las
víctimas pueden abrir lentamente una puerta y proporcionar información acerca
de su relación o insinuar que están pensando en marcharse. Cuando esa puerta se
abra, ¡no irrumpas dentro con el cuerpo de Marines tras de ti! Escucha y ofrece
apoyo, como "Sabes que tu familia te apoyará en cualquier decisión que
tomes en cualquier momento". Pueden estar explorando que apoyo hay
disponible, pero pueden no estar preparadas todavía para hacerlo. Muchas
víctimas utilizan un "plan de salida" que puede llevar meses o
incluso años completar. En este punto pueden estar sólo reuniendo información.
Cada
situación es diferente. La familia puede necesitar buscar asesoramiento en su
comunidad. Una consulta con un profesional de la salud mental o abogado puede
ser útil si la situación se vuelve legalmente complicada o si existe un peligro
significativo de daño.
Como
parientes o amigos de una persona envuelta en una relación abusiva, nuestra
reacción normal es actuar de manera intensa. Nos enfadamos, resentimos o
volvemos agresivos a veces. Pero cualquier agresión contra el abusador dará lugar a dificultades
adicionales para la víctima. Intenta mantener la calma y espera una oportunidad
para mostrar tu amor y apoyo cuando lo necesite.
En
algunos casos, como en adolescentes o adultos jóvenes, la familia puede
proporcionar algún apoyo financiero o de otro tipo. Cuando recibimos respuestas
airadas a nuestras llamadas de teléfono, nuestra rabia y resentimiento nos dice
que dejemos de ayudarle. He escuchado: "Si ella sigue saliendo con ese
imbécil, no será en un coche que estoy pagando yo" y "Si prefiere a
esa mujer antes que a su familia, ya puede salir de la universidad y ponerse a
vender hamburguesas". Retirar la ayuda financiera sólo hace que sea más
dependiente del abusador. Recuerda que si nos mostramos agresivos mediante
amenazas, retirando la ayuda o presionando, nosotros nos convertimos en la
amenaza, no el abusador/controlador. Por desgracia, cuanto más dura sea su
experiencia, más intenso será su vínculo.
Si un
ser querido mantiene una relación con un abusador, es difícil determinar el
resultado a largo plazo. Si la relación se encuentra en la fase inicial, pueden
terminar la relación por sí mismos. Si la relación ha continuado durante un año
aproximadamente, pueden necesitar ayuda y un plan de salida antes de terminar
la relación. El matrimonio y los hijos dificultan su salida de la situación.
Cuando la víctima decide terminar la relación, es importante que vea a sus
seres queridos como fuentes de apoyo, no como fuentes de presión, culpa o
agresión.
¡¡Ayúdale a salir del infierno!!
Pero lamentablemente muchas víctimas se encuentran solas. No olvidemos que para ser víctima, se tienen que dar una serie de circunstancias. Una persona segura, con una buena autoestima, que ha vivido una infancia estructurada, con apoyo, cariño y aprobación y con un vínculo familiar fuerte y equilibrado, difícilmente será víctima.
¡¡Ayúdale a salir del infierno!!
Pero lamentablemente muchas víctimas se encuentran solas. No olvidemos que para ser víctima, se tienen que dar una serie de circunstancias. Una persona segura, con una buena autoestima, que ha vivido una infancia estructurada, con apoyo, cariño y aprobación y con un vínculo familiar fuerte y equilibrado, difícilmente será víctima.
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